Mi aventura de ser docente

Esto, es realmente algo sorprendente, un espacio en donde siempre se aprende algo nuevo, en donde en lugar de tensarte y estresarte, debe ser lo contrario. Para mí, como yo digo y lo siento, es una terapia, en donde surge al nuevo que nos saca de la rutina diaria
Esto tiene mucho de cierto y de profundidad, ya que muchos de nosotros hemos tenido la fortuna de toparnos con uno o dos maestro con esas cualidades, que dejan huella y que te impulsan a ser mejor, a prepararte a no limitarte y no poner peros al reto que tenemos enfrente, cualidades y características a las que debemos aspirar como decentes y personas.
Dicha problemática, no es exclusiva de los profesores novatos. Ya que existen o existimos docentes y directivos que adolecen de lo mismo, a pesar de 10 o más años de experiencia y que no somos capaces ni de reconocer nuestras deficiencias y por siguiente de corregir nuestro errores, en perjuicio de nuestros alumnos.
Esto es una constante en los niveles medio y medio superior, sin embargo, también se da en el nivel básico, donde profesionistas de otra área del saber están como decentes, sin tener la pedagogía necesaria para impartir clases. Es por ello, que hay que ser buen observador y no caer en este error y darle la oportunidad de participación al grupo, sin limitarlos y respetando turnos, cuando sea necesario
Este punto, creo yo, es en general, maestros nuevos y viejos tenemos el mismo problema de disciplina. Unos más que otros y de diferente índole, según sea el contexto en donde se desarrollen...
Ojala, y muchos de nosotros tomemos conciencia de esto, y que reflexionemos de nuestra labor como docentes y revaloremos nuestra profesión como tal, pero en los hechos, con cambios de actitud y no solo de palabras y en discursos.