domingo, 17 de enero de 2010

Mi confrontación con la docencia

MI CONFRONTACION CON LA DOCENCIA

Mi nombre es Rafidín Solís Martínez, y tengo 17 años como docente. Mis inicios como maestro, se debió más que por gusto por necesidad, fue algo coyuntural dentro del devenir de mi vida., puesto que yo estudiaba ingeniero agrícola, hasta el cuarto semestre., donde, por falta de dinero y apoyo ya que me encontraba solo estudiando y trabajando en Chihuahua, se presento la oportunidad de una plaza beca (una plaza provisional, donde trabajaba y estudiaba la Licenciatura en periodos vacacionales), yéndome a trabajar al Ejido El Largo Maderal, municipio de Madera Chihuahua, fue ahí en donde, sin tener conocimientos de pedagogía alguna, me encuentro frente a un grupo de treinta alumnos, todos ellos al igual que yo, asustados y sin idea de lo que teníamos que hacer, dicho encuentro se vio más complicado todavía más complicado porque se me asigno primero y segundo grado. Sentía miedo, no por mí, sino por los niños, ya que siempre he creído que uno como maestro tienen el deber moral y la ética suficiente para trabajar, lo mejor que pueda, y con los recursos que cuente., así como también por el compromiso de enseñar a leer y escribir a dichos niños de primer grado y a los de segundo para encaminarlos a los siguientes grados.
Lo primero que vino a mi mente fue correr, pero eso no soluciona nada, así que no había más y tenía que enfrentarme a mi realidad y buscar a una respuesta al problema o solución a la misma, y fue ahí que pensando y recordando como empezó a leer y escribir, y que creo dio resultado a mi persona, me acorde de mi maestra de primer año, la maestra Carmelita, quien usando el silabario de San Juan o Método Silábico, encontré un poco de luz ante tanta obscuridad y fue ahí donde comenzó a realizar materiales para mi práctica docente.
Al siguiente año fui cambiado a la comunidad de Yerbitas municipio de Guadalupe y calvo, en la Sierra Tepehuana, y por segundo año consecutivo atendí primer grado, pero ya con mas idea y con menos temores y con más confianza en lo que hacía, utilizando el mismo método que me había funcionado, y con una variante solamente, que atendí a un solo grupo.
Por la tarde para no aburrirme, empezó a dar secundaria abierta, mediante el INEA atendiendo a un grupo de quince alumnos entre jóvenes y adultos de los cuales en un año, que se les dio apoyo, terminaron su secundaria nueve de ellos, haciéndoles entrega de su certificado de terminación de estudios esa fue otra de la satisfacción que tengo y la cual alimento a mi ser para prepararme más y ser mejor aprendiendo con esto, que cuando se quiere se puede, aun y a pesar de las condiciones precarias en donde vivas o te encuentres.
Al siguiente año y por problemas con la directora, por no permitirme atender a los niños por las tardes y por no quererme someter a sus caprichos y necedades, me cambie de centro de trabajo y a otra región, trasladándome al municipio de Morelos en la comunidad de Los Tajos, perteneciente a la Baja Tarahumara (barranca o depresión), ahí las condiciones fueron totalmente diferentes, ya que en las otras dos comunidades anteriores el transporte no fue una limitante, lo mismo se puede decir en cuanto a servicios en general , ya que se tenía acceso a todos los servicios necesarios, no así en los Tajos, donde para llegar ahí, a la Escuela Miguel de Cervantes Saavedra, por tierra tenía que caminar 16 horas en camino de terracería, a la ciudad más cerca, a saber Guachochic (Lugar de las Garzas), a la cabecera municipal de Morelos de ahí caminar tres o cuatro horas a pie sin saber lo que me esperaba: un jacal que fungía como escuela, sin mobiliario adecuado ,pizarrón en muy malas condiciones unas tablas, que simulaban ser la cama o catre, y un abandono total de la comunidad, de la escuela y la población en general, sin fuentes de trabajo, agua potable, casa del maestro y en fin.
Al ver dicho panorama me deprimí sin saber que pasaría al día siguiente., al amanecer y sin poder dormir la noche anterior, por las condiciones en que me encontraba y tratar de buscar soluciones a las mismas, me invitaron a comer a la casa d ella autoridad local, Comisario de Policía, el menú consistió en agua chile(chiles machacados con agua limón y sal), dos tortillas y un café no mas, en la tarde se repitió el menú, lo que me obligo a acudir a las huertas del lugar ricas en cítricos y frutas tropicales en busca de frutas para poder saciar mi hambre y buscar otras alternativas de alimento. En dicho lugar sin mas preámbulo, dure cerca de seis años, mismos que en los cuales tratamos de elevar el nivel de nutrición de la población, para ello se solicitaron apoyos a las dependencias gubernamentales del estado y a la SEP. Lográndose implantar desayunos escolares fríos para los alumnos, aprovechando los recursos naturales de la región, sin perder de vista las tradiciones e idiosincrasia de los Tarahumaras y los habitantes de la región, haciendo pinole mejorado hecho con diversos granos, todos ellos endulzados con azúcar, para hacerlo agradable a la paladar de los niños y con otras frutas y verduras ya que se implementaron los huertos hortícolas, para poder hacer un menú a la semana, se busco y creo el empleo temporal con el cual se puso una pila armable de 20,000 litros y poder tener agua potable, se consiguió mobiliario nuevo y una serie de mejoras en la escuela y comunidad. Sin embargo no se pudo cambiar la costumbre del pueblo y la región y que obligo a muchos alumnos a abandonar la escuela, para dedicarse a la siembra y comercialización de estupefacientes, y que, por los seis años que dure ahí se da uno cuenta que es un mal necesario, no lo justifico pero tampoco lo condeno, ya que mucha gente al no tener fuentes de trabajo seguro y permanente, bien remunerado, no le queda otra opción más que esa.
Es lamentable por todo lo que s e ve, se sabe y lo que ocurre en torno a esto, pero no podemos cambiar dicha realidad.
De ahí pase por medio año a Sandoval Riva Palacio, a tres cuartos de hora de Chihuahua capital, ahí trayendo la experiencia de la Sierra de Morelos, se realizaron gestiones ante la IP (Iniciativa Privada), concretamente al empresariado chihuahuense y mediante estudios socioeconómico y gestoría se logro la autorización de dinero para la puesta de un comedor estudiantil de comida caliente, sin embargo, por cambio de adscripción nuevamente no se puso en marcha, pero sirvió de base para crear el primer CREI (Centro regional Educativo integral), donde se fusionan varias escuelas de la zona parta crear una sola.
Es en esos momentos donde empiezo a leer sobre la Educación Colectivista de Makarenko y sobre las cuestiones sociales que maneja Vigosky y sobre la labor docente dentro de la escuela rural mexicana., y siguiendo esta línea según yo sigo con la gestión y en busca de apoyos en cada escuela en donde trabaje en Chihuahua, en cuanto a mi labor docente creo que me he entregado y dado mi mayor esfuerzo en donde he estado. Así lo hice en Urique, Chihuahua, donde gestionamos aulas y apoyos para la escuela.

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